La logística interna desempeña un papel fundamental en el funcionamiento diario de su empresa. Es el nexo entre las mercancías que llegan a sus instalaciones y los productos que salen de ellas listos para ser entregados a los clientes. Sin embargo, a medida que evolucionan las necesidades empresariales, la gestión interna de estos flujos puede volverse cada vez más compleja y costosa.

Por eso muchas empresas recurren a la externalización de la logística. Al ceder la logística interna a un proveedor 3PL con experiencia, las empresas pueden reducir el riesgo operativo, optimizar los procesos y centrarse en sus puntos fuertes. Pero la externalización no significa cambiar de la noche a la mañana: una transferencia fluida requiere planificación, coordinación y un enfoque estructurado.

Esta guía describe los cinco pasos clave que ayudan a las empresas a pasar de las operaciones internas a la logística interna externalizada, de forma segura, eficiente y teniendo en cuenta el rendimiento a largo plazo.

Paso 1: Evalúe la complejidad de sus operaciones in situ

La logística in situ abarca todo el movimiento, la gestión y la preparación de mercancías dentro de sus instalaciones. Esto incluye:

  • Recepción de materiales entrantes y existencias
  • Transporte interno, manipulación y almacenamiento
  • Control de inventario y preparación de pedidos
  • Envío final e integración con el transporte de salida

A medida que su negocio crece, estas actividades pueden volverse más difíciles de gestionar. La manipulación manual puede introducir errores, los equipos aislados pueden ralentizar las cosas y las limitaciones de espacio pueden afectar a los niveles de servicio.

Entre los indicios de que puede ser el momento de plantearse la externalización de la logística in situ se incluyen:

  • Errores frecuentes en la recogida o el cumplimiento
  • Escasez de mano de obra o aumento de los costes de personal
  • Espacio limitado o visibilidad del inventario
  • Alta variabilidad en el rendimiento de los procesos
  • Incapacidad para adaptarse a la nueva demanda de la cadena de suministro

La externalización ayuda a abordar estos retos mediante la introducción de servicios logísticos especializados, una mejor coordinación y el acceso a tecnologías como la automatización de almacenes y el seguimiento en tiempo real.

Paso 2: Involucrar a las partes interesadas adecuadas desde el principio

La externalización de la logística in situ afecta a varios equipos, desde el personal del almacén hasta los responsables de finanzas, compras y cadena de suministro. Para que el traspaso sea un éxito, todas las partes interesadas clave deben estar alineadas desde el principio.

Los grupos clave con los que hay que colaborar son:

  • Los directores de operaciones que conocen los flujos de trabajo y los retos existentes en las instalaciones
  • Los responsables de la cadena de suministro encargados del rendimiento, los costes y el impacto en los clientes.
  • Expertos en TI y sistemas que puedan apoyar la integración tecnológica.
  • El proveedor 3PL elegido, que aporta conocimientos sobre externalización logística y estrategia de logística contractual.
  • Incluido RR. HH.
  • Incluyendo gestión de la transición / gestión de proyectos / gestión de programas  

Una participación temprana le permite identificar los riesgos, determinar las áreas de mejora y establecer plazos realistas. También ayuda a abordar las preocupaciones relacionadas con el cambio, especialmente para los equipos in situ que se ven directamente afectados por los nuevos procesos o sistemas.

Una comunicación interna sólida y una responsabilidad clara sobre el plan de transición contribuyen en gran medida a garantizar un proceso fluido y colaborativo.

Paso 3: Diseñar la transición teniendo en cuenta la tecnología y la integración

La tecnología es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa de externalización logística. Una transición bien planificada garantiza que los sistemas digitales, las herramientas de automatización de almacenes y las plataformas de visibilidad estén disponibles desde el principio.

Las áreas en las que hay que centrarse son las siguientes

  • Automatización de almacenes: introducción de sistemas automatizados para mejorar la velocidad, reducir los errores y optimizar el espacio.
  • Plataformas tecnológicas logísticas: datos en tiempo real, paneles de control y herramientas de seguimiento para supervisar las existencias, los pedidos y el rendimiento.
  • Tecnología de transporte: integración con sistemas de gestión de transporte de salida para garantizar un envío y una entrega sin problemas.
  • Compatibilidad de sistemas: garantizar que sus herramientas de ERP, inventario o gestión de pedidos se conecten con los sistemas de su proveedor de 3PL.

Esta etapa consiste en crear una base digital que mejore la visibilidad, facilite la toma de decisiones más inteligentes y ayude a ambas partes a responder más rápidamente a los problemas operativos.

Siempre que sea posible, acuerde desde el principio los KPI, los formatos de datos y las estructuras de informes compartidos, para que el traspaso no dé lugar a lagunas de información o a la duplicación de esfuerzos.

Paso 4: Ejecutar la transferencia por fases

La transferencia completa de la logística in situ rara vez se logra en un solo paso. El enfoque más eficaz es una transferencia por fases, que proteja el rendimiento diario y, al mismo tiempo, permita perfeccionar los procesos y transferir conocimientos.

Divida la transición en partes manejables:

  • Por departamento o zona operativa
  • Por categoría de producto o tipo de flujo de trabajo
  • Por calendario: introduciendo los servicios gradualmente a lo largo de varias semanas o meses

Cada fase debe incluir:

  • Un mapa detallado de los procesos para definir las operaciones actuales frente a las futuras
  • Acompañamiento y formación para que los equipos de su proveedor 3PL comprendan las necesidades específicas del sitio
  • Pruebas de rendimiento utilizando métricas clave como la velocidad de cumplimiento, la precisión en la selección y la disponibilidad de existencias
  • Bucles de retroalimentación en tiempo real para que los pequeños problemas puedan resolverse antes de que se extiendan a todo el sistema

Este enfoque incremental permite tanto a los equipos internos como a su socio 3PL adaptarse sin problemas, evitando interrupciones y manteniendo la continuidad de sus procesos generales de gestión de la cadena de suministro.

Paso 5: Incorporar la mejora continua desde el primer día

En lugar de ser una transferencia puntual, la externalización es el comienzo de una relación continua. Un buen proveedor 3PL seguirá supervisando, evaluando y mejorando el rendimiento logístico in situ a medida que evolucione su negocio.
Las áreas de interés para la mejora a largo plazo incluyen:

  • Métricas operativas: revisiones periódicas de los KPI, como la precisión del inventario, el tiempo de respuesta de los pedidos y la utilización del almacenamiento.
  • Actualizaciones tecnológicas: introducción de flujos de trabajo más inteligentes, automatización adicional o herramientas basadas en inteligencia artificial según sea necesario.
  • Optimización de costes: identificación de áreas de ahorro mediante procesos más ágiles, eficiencia del espacio o gestión más inteligente del transporte de mercancías.
  • Colaboración: realización de revisiones trimestrales del negocio, sesiones de planificación conjuntas y hojas de ruta de mejora compartidas.
  • Seguimiento de la sostenibilidad: alineación de la externalización logística con objetivos medioambientales, como la reducción del consumo energético o la notificación de emisiones.

La mejora continua ayuda a garantizar que su logística in situ se convierta en una fuente de ventaja competitiva.

Una cadena de suministro más sólida comienza en las instalaciones

La externalización de la logística in situ es un paso estratégico que puede desbloquear la eficiencia, la visibilidad y la resiliencia en toda su operación. Pero para tener éxito, la transición debe gestionarse con cuidado, con la colaboración, la tecnología y el pensamiento a largo plazo como elementos centrales.

Siguiendo un proceso estructurado, desde la evaluación y la alineación de las partes interesadas hasta el traspaso por fases y la mejora continua, las empresas pueden convertir la externalización de la logística en un motor de crecimiento en lugar de una fuente de perturbaciones.

¿El resultado? Operaciones in situ más inteligentes, gestión integrada de la cadena de suministro y mayor flexibilidad para afrontar los retos del futuro.

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